A las 7:30 buscando desayuno por las calles casi vacías de Praga. Tan vació a estas horas, que acabamos desayunando en un Starbucks porque estaba cerrado. Tan vació esta a estas horas, que una novia madruga para poder hacerse fotos en el puente de Praga sin apenas gente.
Hoy toca visita al castillo. Un sablazo el precio, 1600 coronas, aunque hay que decir que las vistas son preciosas. En el salón imperial, típico sitio donde no se pueden hacer fotos y valga la redundancia, aparece el mismo Imperio del sol, un chino tras otro. Y adivina adivinanza..todos haciendo fotos. Cuanto respeto tienen algunos grupos de turistas, en fin... terminamos de ver el castillo (que tenia la parte mas bonita En restauro, para variar) y vamos en busca del loreto...
Una mini vuelta para no ver el loreto (pues tuvimos la mala suerte de llegar justo cuando los encargados de...¿vigilarlo? se iban a comer -y comían durante una hora, por supuesto xD-). Terminada la visita del castillo, a comer cerca del barrio judío en la Bodeguita de en medio. Me hizo gracia el nombre.
Para terminar la visita, por supuesto, un paseo por el barrio judío. Entramos al cementerio y a lo que nos encasquetaron con el billete. Hay que joderse con los judios y sus formas de lucrarse de cualquier modo, y esto lo puede entender quien haya visitado sitios como este. De vuelta al hotel después de tirarse ocho horas andando... y una vueltecita para comprar. Me compro una sudadera blanca, con letras, en la que pone: CZECH ME OUT! Prague, bastante cuca...
Son las 20:56 y estamos esperando a tener sitio en el Ristorante Pizzeria Vabene. Si, el mismo de ayer. El mismo de siempre. El gran restaurante italiano que tanto gusta. Y no, en esta entrada, no hay fotos.
Yo también estuve este verano en Praga, y es sencillamente preciosa :)
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