sábado, 27 de noviembre de 2010

Día 8 de Agosto de 2010. Esto ya es otra cosa.

Yo en el museo. To' pro xD
¡Hoy se levanta bonito el dia en Berlín! Pues hemos madrugado lo suficiente como para llegar a tiempo al museo de Pérgamo. De esto que desayunamos en el mismo metro (resulta que en el metro tienen unas cafeterís muuuy majas. Compramos el bono, ¡vaya aventura! ¡debemos ser de los pocos que lo compran! y vamos hacia la llamada isla de los museos. Llegamos pronto, no hay gente, no hay cola...pues esperamos. Para nuestra sorpresa que de repente llegan una madre con su hijo. Para nuestra sorpresa, son españoles.

Resulta que les habín recomendado llegar con antelación al museo, porque el hotel les dijo que habí unas colas impresionantes... así que nada, nos plantamos a hacer cola. No contentos con eso 10 minutos después llegó otra madre con su hijo, españoles también. Y ahí nos quedamos todos guardando cola. Y menos mal, porque quedaba media hora para que abriera el museo y la cola ya era para esperar 30 minutos. A mi parecer, nos salió redondo... entramos los primeros y adem´s entretenidos hablando con los demás españoles. (Les favoreció a ellos más que a nosotros,ya que gracias a mi padre los demás consiguieron rebajas en sus entradas xDDDD).

Me agradó muchísimo conocerlos... pero vuelta a la realidad y después de las visitas a los museos importantes,seguimos con la visita a Berlín, este fantástico mundo...


Realmente no puedo contar mucho más de este día, pues fue andar y andar desde un sitio a otro (¡¡Alekxander platz!! el sitio donde hubiera conocido a Timo (Panik) si hubieramos ido dos dís después! Comimos en un sitio que ni me acuerdo donde está, pero se llamaba Kartofeln haus (o sea, casa de las patatas...) donde hacían un puré de patatas alucinantemente bueno. ¡Buenísimo! Pero para variar, vendían agua mineral natural que sabía a Vichy Catalán después de estar una semana abierto
Por la noche a dar vueltas y a encontrar un buen biergarten para cenar... al final nos decantamos por ir a las juderías, que nos lo recomendó uno de los españoles en el museo (junto con un barrio con vidilla, que lo describiré en la entrada siguiente). Pero como los restaurantes no eran de mi gusto (xD) acabamos en un biergarten muy majo, donde me comí unas salchichas de Nuremberg  con sus Kartoffeln hechas puré.

Un heladito, y a dormir. Mañana toca visita al Reichstag.

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